UNA LUZ MUY ESPECIAL
EN EL EUROLUCE SALONE DEL MOBILE MILANO 2025
Bover at Euroluce Salone del Mobile Milano 2025
EL RETO
Bover nos pidió crear un espacio que reflejara su filosofía y les ayudara a presentar sus cinco nuevas colecciones en Euroluce 2025, una de las ferias de diseño más influyentes del mundo. El espacio debía transmitir calma, precisión formal y sensibilidad mediterránea, sin restar protagonismo a las luminarias. Bover Barcelona nos planteó un reto conmovedor: crear un espacio donde coexistieran la calidez del Mediterráneo, la precisión del diseño de autor y la luz como forma de emoción.
¿Cómo trasladar la calidez del Mediterráneo, la delicadeza de una idea y la luz con alma a uno de los escaparates más exigentes del mundo?
El reto era doble. Por un lado, presentar cinco nuevas colecciones, fruto de colaboraciones con figuras consagradas y emergentes. Por otro, construir un espacio que transmitiera ese mismo lenguaje silencioso y coherente, donde cada luminaria no solo se pudiera ver, sino también sentir. No se trataba solo de exhibir productos, sino de proyectar una filosofía: una que respeta la artesanía, celebra el material y se conecta con el tiempo.
NUESTRO ENFOQUE
En TARS Design, entendimos que no se trataba de crear un escenario, sino un entorno con alma. Un lugar donde cada diseño pudiera respirar, flotar y dialogar con el visitante sin alzar la voz.
Creamos un entorno expositivo que ofreció un recorrido íntimo por el universo creativo de Bover. El stand se estructuró como una secuencia de atmósferas acogedoras, donde cada pieza se podía percibir y comprender.
Priorizamos materiales cálidos, una iluminación sutil y una arquitectura fluida que incentivara la exploración y la contemplación. La narrativa visual acompañó las cinco colecciones con respeto y coherencia estética.
Creamos un stand que fuera a la vez galería y refugio, concebido como un paseo pausado por los paisajes emocionales de cada colección:
– ARID, de Nahtrang, como una topografía mural que evoca el mar y la arena.
– VUOTA, by Milá + Laucirica, con su vacío central que transforma la ausencia en luz.
– BIRDIE, by Jorge Herrera, inspirada en los flamencos, delicada y esbelta como un susurro vegetal.
– FANALET, by Manel Molina, que reinterpreta el farol tradicional con sobriedad y robustez.
– YUYUN, by Joana Bover, el fundador, que se eleva como una oración vertical tejida a mano.
Cada espacio se construyó para realzar la luz sin bloquearla, para que la forma, el material y la artesanía hablaran por sí solos. Utilizamos materiales auténticos, texturas cálidas, iluminación integrada y una distribución que permitía a los visitantes interactuar, conectar, aprender y recordar.
Todo para envolver sin distraer. Acompañar sin invadir.
"Trabajar con una marca como Bover supone un reto que no deja de ser tanto bonito como profundo: hay que traducir su sensibilidad mediterránea y su respeto por la materia en una experiencia expositiva que emocione sin nada artificial."
Nacho Rodríguez Isoba, Project Manager
EL RESULTADO
Durante seis días, el stand de Bover se convirtió en un lugar de encuentro.
Entre visitantes internacionales, diseñadores, prensa especializada y amantes del diseño surgió un hilo conductor: la emoción.
La emoción de descubrir piezas que no sólo iluminan sino que habitan.
Esto no sólo decora sino que también estructura con sensibilidad el espacio.
Éstas no nacen de la urgencia del mercado, sino de la madurez de una marca que sabe lo que quiere decir.
Y para nosotros, en TARS Design, fue un privilegio ser parte de esa historia.
Ayudamos a construir algo más que un stand: tejimos un escenario de luz con alma.
Durante seis días en Milán, el stand de Bover no sólo fue visitado, sino habitado.
Diseñadores, arquitectos y visitantes internacionales se detuvieron, tocaron, observaron y hicieron preguntas.
Y lo más importante: se conectaron.
Conectaron con una marca que, desde su fundación en 1996, ha logrado crecer sin perder su esencia.
Conectaron con una forma de crear luz que no responde a las tendencias, sino a las emociones. Un stand que no solo presentaba sus productos, sino que también transmitía su identidad. La propuesta fue reconocida por su elegancia serena, su capacidad de movimiento y su adaptación al lenguaje de la marca. El espacio permitió a Bover consolidar su posición internacional como referente de la iluminación de autor, artesanal y poética.